El
cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les
aseguró los pies en el cepo. Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces
sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la
cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas
de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo
abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando
que los presos habían huido. Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo:
No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El entonces,
pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo
y de Silas; y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para
ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás
salvo, tú y tu casa.
(Hechos
16:16-30)
Oh Glorioso Jesús, en
momentos de aflicción, alaba al Señor y él te librara, porque los que aman a
Jehová, todas las cosas le ayudan a bien.
Cuando te sientas presa y sin salida, adora al Señor, el va a
romper las cadenas que te atan y no te permiten avanzar.
Salmo 22-3 "Dios habita en
la alabanza de su pueblo"
Rosa Méndez
Bendiciones!