viernes, 27 de septiembre de 2013

¡Atención! la regla de Dios es clara: ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías.

                    Palabra de Dios

Efesios 5: 4 ni palabras deshonestas,  ni necedades,  ni truhanerías,  que no convienen,  sino antes bien acciones de gracias.
   El lenguaje sucio, obscenidades o vulgaridades, que se dicen en la sociedad,  televisión, películas, etc.  Se están volviendo tan comunes que la gente comienza a aceptarlas como algo bueno.  Hay padres que se ríen de palabras sucias que sus hijos pequeños dicen, en vez de corregirlos celebran esto. Lo más probable es que los niños escuchan a sus padres u otras personas hablar así,  por eso a ellos les parece normal.

Palabras deshonestas o sucias tienen que ver con obscenidades. Necedades se refiere a hablar tonterías. Y truhanerías que alude la idea de convertir palabras o circunstancias en algo obsceno o sugestivo encontrándole un giro sexual a cualquier situación. Este tipo de lenguaje proviene de personas cuyo corazón se ha entregado a la inmundicia.
¡Atención! la regla de Dios es clara: ni palabras deshonestas,  ni necedades,  ni truhanerías. ¿Por qué? Porque no convienen,  porque no reflejan la presencia de Dios en sus vidas, porque es una conducta indecente, sucia, vulgar y ofensiva; llena de tonterías y de bromas groseras que son chistes pornográficos que deshonran al sexo. Estas cosas no son apropiadas en la vida del cristiano.

  Vocabulario sucio NO, sino antes bien acciones de gracias. En vez de involucrarse en el lenguaje sucio, la boca del creyente alaba a Dios,  tiene su mente en cosas mejores y tiene muchas razones por las que dar gracias.

Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira,  enojo,  malicia,  blasfemia,  palabras deshonestas de vuestra boca. Colosenses 3:8.

Dad gracias en todo,  porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 1 Tesalonicenses 5:18.

Dios te siga bendiciendo.


Escrito por ALDO ENRIQUE