viernes, 9 de junio de 2017

Paciencia según la palabra de Dios

jupomone (ὑπομονή, 5281), lit., permanecer bajo (jupo, bajo; meno, permanecer).

La paciencia  crece solo bajo las pruebas (Stg 1.3).


La paciencia puede ser pasiva, esto es, en el sentido de sobrellevar algo, como:

(a) en pruebas en general (Lucas 21.19; que debe ser entendido mediante Mateo 24.13; cf. Romanos 12.12; Santiago 1.12);

(b) en pruebas que recaen en el servicio del evangelio (2 Co 6.4; 12.12; 2 Ti 3.10);

(c) bajo disciplina, que es la prueba contemplada como procedente de la mano de Dios nuestro Padre (Heb 12.7);

 (d) bajo aflicciones no merecidas (1 P 2.20); o activa, esto es, en el sentido de persistencia, perseverancia, constancia, como

 (e) en bien hacer (Ro 2.7: «perseverando en bien hacer»; lit., «con la paciencia del bien obrar»);

(f) en dar fruto (Lc 8.15: «con perseverancia»; RV:V«con paciencia»);

(g) en correr con paciencia la carrera que nos ha sido propuesta (Heb 12.1).

»La paciencia perfecciona el carácter cristiano (Stg 1.4), y por ello la comunión en la paciencia de Cristo es la condición sobre la que los creyentes serán admitidos a reinar con Él (2 Ti 2.12; Ap 1.9). Para esta paciencia, los creyentes son «fortalecidos con todo poder» (Col 1.11), «con poder en el hombre interior en su Espíritu» (Ef 3.16).



»En 2 Ts 3.5, la frase «la paciencia de Cristo» es susceptible de tres interpretaciones:
 (a) la espera por la venida de Cristo; así es como parafrasea la Versión Autorizada Inglesa;
(b) que puedan tener paciencia en sus sufrimientos como la tuvo Cristo con los suyos (cf. Heb 12.2),
 (c), que ya que Cristo está «esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies» (Heb 10.13), igualmente puedan ellos ejercer paciencia en sus esperanzas del triunfo del Señor y la liberación de ellos. En tanto que se debe evitar una exégesis demasiado rígida, puede ser permisible parafrasear de la siguiente manera: «que el Señor os enseñe y capacite a amar como Dios ama, y a ser pacientes como Cristo lo es»» (de Notes on
Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 222, 285).

En Ap 3.10, «la palabra de mi paciencia» es la palabra que habla de la paciencia de Cristo, y sus
efectos en la producción de paciencia de parte de aquellos que son de Él (véase más arriba sobre 2 Ts 3.5).
Véanse CONSTANCIA, A, PERSEVERANCIA, PERSEVERAR.
2. anoque (ἀνοχή, 463), un retener (relacionado con aneco; véanse SOPORTAR, SUFRIR), el término
denota contenerse, clemencia, un retrasar el castigo (Ro 2.4; 3.25, RV; RVR: «longanimidad»; Besson:
«tolerancia»), en ambos pasajes de la paciencia de Dios hacia los hombres. En el segundo pasaje su
paciencia constituye la base, no de su perdón, sino de su pretermisión de los pecados, el hecho de no
infringir la retribución debida. En 2.4 representa una suspensión de la ira que habrá de ser ejercida a su
tiempo a no ser que el pecador acepte las condiciones de Dios; en 3.25 está relacionado con el haber
pasado por alto los pecados en el pasado, con anterioridad a la obra expiatoria de Cristo.¶
Nota: Cf. el nombre epieikeia (Hch 24.4: «equidad», RV, RVR, RVR77; VM: «clemencia»; 2 Co 10.1:
«ternura» (RVR; RV: «modestia»; VM: «dulzura»; RVR77: «clemencia»). Sinónimos de este término son
makrothumia, longanimidad (véase Nº 3 más adelante), y jupomone, paciencia (véase Nº 1).
Anoque y makrothumia se usan juntos en Ro 2.4. Véase también Ef 4.2, donde se utiliza aneco en
esta combinación; véase SOPORTAR. Trench (Synonyms) y Abbot-Smith (Lexicon) afirman que
jupomone expresa paciencia ante la adversidad, en tanto que makrothumia expresa paciencia ante
personas hostiles. Se tiene que observar, sin embargo, que en Heb 6.15 se utiliza el verbo
makrothumeo de la paciencia de Abraham bajo la presión de circunstancias adversas (cf. también Stg
5.7, 8). makrothumia y jupomone se encuentran juntos con frecuencia (p.ej., 2 Co 6.4, 6; 2 Ti 3.10).
«La longanimidad es aquella cualidad de auto-refrenamiento ante la provocación que no toma
represalias apresuradas ni castiga con celeridad; es lo opuesto de la ira y se asocia con la misericordia,
utilizándose de Dios (Éx 34.6, LXX; Ro 2.4; 1 P 3.20). La paciencia es la cualidad que no se rinde ante las
circunstancias ni sucumbe ante la prueba; es lo opuesto a la desesperanza y está asociada con la esperanza
(1 Ts 1.3). No se utiliza de Dios» (de Notes on Thessalonians, por Hogg y Vine, pp. 183-184). (Esto es, en
sus términos originales. Desafortunadamente, en las versiones castellanas makrothumia y anoque no
se traducen uniformemente como «longanimidad» y jupomone como «paciencia», con lo que esta
distinción no se hace patente en la traducción. –Nota del Traductor.)
3. makrothumia (μακροθυμία, 3115), longanimidad. Se traduce «paciencia» en Ro 9.22 (RV:
«mansedumbre»); Gl 5.22 (RV: «tolerancia»); Ef 4.2 (RV, RVR); Col 3.12 (RV: «tolerancia»); 2 Ti 4.2 (RV,
RVR); Heb 6.12 (RV, RVR); Stg 5.10 (RV, RVR); 1 P 3.20 (RV, RVR); 2 P 3.15 (RV, RVR). Véase LONGANIMIDAD, y
también CLEMENCIA.
B. Verbos
1. metriopatheo (μετριοπαθέω, 3356), se traduce «se muestre paciente» en Heb 5.2 (RVR; RV:
«compadecer»; Besson: «simpatizar»). Véase MOSTRAR, Nº 7.¶
2. makrothumeo (μακροθυμέω, 3114), relacionado con A, Nº 2; tener largura de ánimo. Se
traduce con la frase verbal «tener paciencia» (Mt 18.26, 29; Stg 5.7, 8); «ser paciente» (1 Ts 5.14; 2 P
3.9); «esperar con paciencia» (Heb 6.15); «aguardar con paciencia» (Stg 5.7b); en la RV se traduce «ser
longánime» en Lc 18.7; «esperar con largura de ánimo» (Heb 6.15); véase SUFRIDO (SER), bajo SUFRIR y cf.
también makrothumia, A, Nº 3, y bajo LONGANIMIDAD.
Nota: Para jupopiazo, traducido «me agote la paciencia» en Lc 18.5 (RVR; RV: «me muela»), véase
GOLPEAR, Nº 2.
C. Adverbio
makrothumos (μακροθύμως, 3116), relacionado con A, Nº 3, y B, Nº 2, denota
«pacientemente». Se traduce como «con paciencia» en Hch 26.3 (RV, RVR, RVR77, VM, Besson).¶

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